
Cómo invertir con criterio en un contexto incierto
En un entorno volátil, definir el perfil de riesgo, diversificar, evitar modas y operar con respaldo son aspectos clave para proteger el capital y tomar decisiones informadasEn un contexto cada vez más desafiante y cambiante, la inversión ya no es solo una opción para unos pocos. Actualmente es una herramienta clave para proteger y potenciar nuestros ahorros. Sin embargo, en un mundo saturado de información financiera, tomar buenas decisiones requiere más que intuición, también requiere educación.
En base a esto, son cuatro los puntos claves a tener en cuenta a la hora de invertir.
1. Conocer y definir el perfil de inversor
Antes que nada, para comenzar a invertir, es fundamental analizar el perfil de cada uno. ¿Conservador, moderado o agresivo? No hay respuestas correctas ni erróneas, pero sí consecuencias según el nivel de riesgo que se esté dispuesto a asumir. Los perfiles determinan no sólo qué activos convienen, sino también la reacción frente a la volatilidad del mercado.
Vale recordar que todas las inversiones tienen algún nivel de riesgo. Los activos de renta fija (como bonos, cauciones bursátiles o Letras del Tesoro), al tener menor volatilidad, son opciones más conservadoras o moderadas, y, los de renta variable (como acciones, cedears o ETFs) son más arriesgadas.
2. Diversificar para reducir riesgos
Uno de los errores más comunes es “poner todos los huevos en la misma canasta”. Diversificar significa repartir o distribuir las inversiones en distintos activos con distinto nivel de riesgo, en sectores, horizonte de inversión o incluso monedas. ¿Por qué? Porque así disminuye el riesgo de pérdida total y mejora el equilibrio entre rentabilidad y estabilidad o seguridad.
También diversificar permite seleccionar activos que reaccionan de forma distinta a un mismo escenario o coyuntura, por ejemplo, si a nivel global hay una crisis, uno puede tener acciones de empresas y oro en su cartera, por lo que, si baja el precio de las acciones, sube el precio del oro, que funciona como un activo refugio de valor ante momentos de incertidumbre.
3. No seguir modas, sí objetivos personales
Invertir sin un propósito claro es uno de los errores más comunes a la hora de armar el portafolio de inversión. Muchas personas se dejan llevar por lo que ven en redes sociales, compran activos que no entienden y, cuando el mercado cae, se asustan y venden (y, por lo general, puede suceder que ya no vuelvan a invertir al no entender riesgos y plazos de inversión). Tener objetivos definidos (ahorrar para un viaje, un auto, la jubilación o simplemente proteger el capital) ayuda a elegir las herramientas adecuadas y sostener la estrategia a largo plazo.
4. Invertir con seguridad y respaldo
La confianza en el sistema financiero es clave, pero también requiere precauciones. Verificar que el ALyC o broker de inversiones con el que se está operando esté registrado en la CNV, que nuestro asesor esté matriculado como Agente Idóneo, y revisar periódicamente nuestra posición, tenencias y movimientos en el Portal del Inversor de Caja de Valores (que es el agente de custodia de los activos que uno compra).
Además, algo fundamental a la hora de operar, es resguardar siempre nuestros datos: usar contraseñas seguras, autenticación en dos pasos (o doble factor) y asegurarnos de que los sitios web sean confiables.
Por todo esto, es fundamental que, a la hora de comenzar a invertir y armar nuestra cartera, tengamos en cuenta estos puntos, para poder invertir en base a información, objetivos y decisiones racionales, y no dejarnos llevar por tendencias, modas, momentos, ni emociones.